miércoles, 9 de junio de 2010

Camino a los millagros

Hay una puerta que conduce a los milagros
que mi vida necesita tanto

me lo ha dicho la conciencia de saberte conmigo
el sabor de tus labios que me responden acertijos
el sonido de la verdad de tus ojos mirándome
y la breve elocuencia de tus besos

lo intuyo atando cabos y premisas
soñando azares y preguntando pasados
sintiendo salirse de mi pecho mis latidos
y respirando tu perfume en mis camisas

lo vivo intensamente cuando pienso
en la mágica turbulencia de tu risa
en la marea de felicidad que me has traído
con las olas y las lluvias de tu encanto

hay una puerta que conduce a los milagros
y espero que mi corazón sirva de llave
para entrar

lunes, 7 de junio de 2010

Sabor cajeta

Quien nos viera
inventándonos una mutua urgencia
bajando del estante viejos ídolos
y quitándole el polvo al corazón

quien nos pensara siquiera
andando caminos ya andados
con sandalias nuevas tanto tiempo ahí
mirando con los mismos ojos
las mismas antiguas cosas
pero con nuevos colores

mira el destino levantando la mano
poniendo sabor cajeta a tus labios
y sabor misterio a mis corazonadas
despacito y con tu permiso
llevando mi tacto a tu rostro
y tus pestañas a mis memorias

nadie se imagino hasta ahora
que si fuera flor me estaría abriendo
y si fuera lluvia te bañaría
bajo la luna

domingo, 6 de junio de 2010

Tu beso

Aún no termino de descifrar
el acertijo de la textura de tus besos

saben a existencia que no espera
y no sé si es el sabor o las ganas de darse
el calor tímido que sin duda está ahí
o los sueños sin palabras caminando
de una boca a otra

tal vez saben a un rico advenimiento
a verdad callada susurrándose al fin
a dulce comunión de intereses puntuales
como una manecilla haciéndose momento
y la vida convirtiéndose en memoria

qué bien cabes en mi brazo
qué bien sabes en mi boca
me clavas tus pechos y con gusto
me hago idea, tacto y confianza,
futuro desnudo y dilema

y si de incógnitas se trata
yo no quiero ni pensar
en la brevedad de tu cintura
para no extraviarme
en una locura mía
que hago tuya

Maldito calor

Este maldito calor
me está matando,
calor errante
calor sin miedo
traigo tan fundido el corazón
tan deshidratadas las ganas
que ni desnudo me libro
de este acecho

estoy acostumbrado y sin embargo
me estoy derritiendo poco a poco
debatiéndome entre la muerte y la muerte
me consumo en la caldera
no escapo de las llamas
ni aunque quiera

los recuerdos no refrescan
las palabras no me salvan,
todo lo que bebo es polvo
todo lo que sueño es hambre
las ideas se me alborotan
los poros se me abren
transpiro y lleno todo
de mi aroma

este maldito calor
me está matando,
calor perverso
que sale de adentro,
quien me manda pensar
en tus caderas

Quiero

Hoy me siento exquisito, en el más vulgar sentido de la palabra. Soy lo que muchos quisieran ser, pero no me cuento dentro de ese grupo. Quiero más. Quiero.

De nada me sirve la lisonja universal, frente al microsocópico silencio que me abujera el alma. Hace un calor de los mil infiernos, y yo reflexionando en todas las cosas que sí puedo ser y soy, y analizando cómo la única cosa que quisiera estar siendo, justo ahora, convenientemente no es posible.

¡Pobre del ser humano, que valora poco lo que es, y se demenuza el corazón precisamente por aquello que no tiene!

miércoles, 2 de junio de 2010

Asesino

Ando con los sueños postreros
los besos sin destinatario
y los labios sin dueño

es la maldita costumbre muriéndose
la que se adueña de mis manos
de aquello que pienso
de aquello que me dimensiona

nadie me previno de tu embrujo
de que el pudor era cansancio
y que el amor era agonía
con breve olor a muerte

heme aquí, plagiando mis promesas
sabiendo que te fuiste
gritando a mi vacío
escuchando mi propio eco

ando con mi sexo sólo mío
los poemas muertos
perdiendo y encontrando
la forma de mis ganas

traigo las esperanza aún puesta
el amor aún empeñado
ilusamente, a favor de mi asesino