lunes, 14 de diciembre de 2009

(5/15) No eres tú, soy yo

Temporada 1 – Episodio 5 – Entrega 5.



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NOTA IMPORTANTE: A partir de esta fecha, el reverendo sólo se publicará de lunes a viernes.



7


DesiSmall[4] Recuerdo como si fuera ahora el día en que le pedí que fuera mi esposa. «No te ofendas Manolo», me dijo, «pero en mi vida voy por el capital, no por los intereses. No eres tú, ni nada de lo que representas. Soy yo el problema. Mis expectativas van mucho más allá de ti. No te veo muy visionario ni muy ambicioso con la vida. Me conozco muy bien y sé que la historia no acabaría bien. Me daría mucha lástima destrozarte el corazón simplemente porque las cosas no salen como yo quiero y eres lo más cercano que tengo. Siempre se hiere y ofende a lo más próximo.» ¿Cómo decirle que no se preocupara por no romperme el corazón en el futuro, si me lo estaba destrozando justo ahí, en ese momento?

«Mejor vamos a ser los mejores amigos, ¿sale?», me dijo, como si no supiera que la amistad entre un hombre y una mujer es un imposible, como si no supiera que es cuestión de tiempo que, por alguna razón, uno se quiera coger al otro.

No me dijo que sí. Tampoco me dejó a un lado, y eso que yo hice mucho esfuerzo por no verla más, avergonzado en la derrota de mi proposición. No me dejó ir porque yo era una especie de indispensable en su vida. Eso pasa cuando vives con alguien tantas cosas. No te puedes separar y te haces inmune a las amenazas de separación. Cuando hay dos predestinados éstos siempre siguen juntos porque no puede ser de otra forma.

Después me tocó a mí el triunfo y el éxito, me tocó el brillo y el sufrimiento, y me tocaron los premios. Ella estuvo en ellos, desde luego. Cuando estuve a la altura de su vida, pues resulta que ya no era el momento.

Es extraño cómo hay muchas parejas que su único error es conocerse en el momento incorrecto. Eso es lo que yo conozco como la paradoja de lo que pudo ser.

Hoy la amo con otro amor distinto al de antaño. Sé que es amor porque el ritmo de los latidos del corazón, la falta de aire, las pupilas receptivas al máximo nunca engañan: lo que te jala, te jala. No podría decir que la amo como a una hermana porque cuando la veo me dan ganas de darle un abrazo muy fuerte, darle un respetuoso beso, admirarla y platicar con ella, pero también bajarle las bragas y manosearla hasta que yo me canse o ella se retuerza de placer, lo que ocurra primero. Lo mío con Desi es un amor inclasificable que trasciende incluso la circunstancia de cada uno; tengamos pareja o no, nuestra forma de amarnos se sostiene, discreta, en segundo plano, con la secreta esperanza del advenimiento de un imposible.

Hace tres años que no la veo en persona. Su trabajo la hace viajar mucho, aunque siempre regresa. Nos mantenemos en contacto por teléfono y nos actualizamos acerca de nuestros proyectos de vida y de cómo nos va mientras el tiempo nos devora.

Ha estado en la ciudad varias veces, pero por una razón llamada Vanette no la he podido ver.







Siguiente entrega: (6/15) Las aguas del recuerdo.

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3 comentarios:

  1. Tenia dias de no poder entrar a leer y pense qe me habia perdido de mucho, pero veo qe solo me atrase poco, se esta poniendo muy bueno.
    saludos

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  2. Es cierto. Dejé de publicarlo sólo para saber si alguien extrañaría los textos. Mientras alguien quiera seguir leyendo, sigo publicando.

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  3. Obvio que yo quiero seguir leyendo, aunque sea una vez por semana

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