lunes, 9 de noviembre de 2009

(17/20) Rimming

Temporada 1 – Episodio 2 – Entrega 17.



Si quieres leer un episodio completo de prueba, haz clic para leer "Apoyando sentimentalmente a Glenda"



20

ManoloAloneEn una de las ocasiones en que empujé de más mis dedos, su culito protestó, así que no tuve más remedio que pedirle disculpas de la única forma en que sé hacerlo: dándole unas buenas lamidas en su ano; los americanos le llaman a eso rimming, aunque yo prefiero el término francés feuille de rose, pues sinceramente pienso que estoy lamiendo los pétalos de la flor más hermosa del mundo —y es que para mí eso es un buen culito de mujer—. Le pasaba mi lengua cariñosamente, en ocasiones intentaba meter mi lengua un poco, luego lamía circularmente, luego la besaba con pasión. A algunos hombres no les gusta lamer ahí, pero ellos se lo pierden. A mí me excita hasta el paroxismo, podría estar un millón de años en ello, si pudiera.

Luego, sin dejar desatendido su culo, continué cogiéndomela como a ella le gusta. Finalmente ya no podía más, y sintiendo que me correría de un momento a otro le pregunté a Miranda que dónde le parecía mejor que me derramara, adentro o afuera del templo de su cuerpo, en su vientre, en sus nalgas, en sus pies, en su culo, en su coño, en su cara, en sus axilas, en sus ojos abiertos, en sus orejas, en su boca, en sus manos extendidas, en una cuchara, en su pelo, en sus tetas, en la foto de su esposo que guarda en su cartera, que me dijera dónde, necesitaba yo saber.

«Córrete adentro, en estas fechas no hay problema chiquito. Ya me hace falta un buen baño de semen ahí. Lo necesito con urgencia, no sabes cuánto.» Yo obediente procedí a correrme en un orgasmo delicioso y sin ataduras. Duré bastante corriéndome, tanto que el semen comenzó a salirse de su coño porque estaba retacado de mi licor; supongo que las expectativas de Miranda se cumplieron.

Saqué mi verga del coño y mis dedos de su cavidad anal. Ella se inclinó lo más que pudo. Con sus manos se abrió las nalgas, exponiéndose toda. Me pidió que tomara una foto. Al final quedó una bonita postal de su trasero.

Su culo estaba tan distendido que podía haberse metido un lápiz sin tocar bordes. Por una extraña razón me dio por pensar que era como esos arreglos navideños que se cuelgan en la puerta, pero en pequeño. En mi mente el cuadro se complementó, ya que su coño estaba escurriendo mi semen, blanco como la nieve. Tomé la foto, y sin duda alguna podríamos haber enviado esa foto como tarjeta de navidad a nuestros conocidos y familiares, pues era un cuadro realmente invernal.

«Si me tocara describir tu mirada Manolo, diría que es una mirada muy penetrante, si sabes lo que quiero decir», me dijo saciada y feliz.



Soundtrack:

Este episodio se lee mejor si escuchas “Te tomaré una foto”, de Tiziano Ferro. Este CD es muy recomendable.

Escuchar aquí el tema

Siguiente entrega: (18/20) Viendo las fotos.

Apoya al Reverendo Manolo:

Comenta esta entrada.

Coloca en tu nick de MSN: ReverendoManolo.blogspot.com

Ingresa a http://www.reverendomanolo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario