Reverendo Manolo: (9/20) Creando un oficio

Temporada 1 – Episodio 2 – Entrega 9.

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Fue en ese momento en que se me ocurrió decirle que era fotógrafo de arte. Obviamente, mi interés eran los desnudos artísticos. Me di a la tarea de hacer en la computadora mi tarjeta de presentación. Era muy simple: venía la imagen de una Venus de Milo junto a mi nombre, mi teléfono, y el título ‘Fotógrafo profesional. Experto en desnudos artísticos’. A pesar de que era un truco barato que no se hubiera tragado ni Mauricio Garcés personificando al modisto de señoras, ella quiso creerme y todo se convirtió en verdad.

Eso de ser su fotógrafo no sólo me permitía grabármela en la mente por un instante, sino que me daba la posibilidad de mirarla siempre, confiándole al papel fotográfico la responsabilidad de la memoria.

Recuerdo que el día de su cumpleaños le mandé como tarjeta de felicitación una fotografía de mi verga en su estado más tieso. Foto panorámica, claro. Hablando con sinceridad, las personas regalamos cosas con el fin de ser recordados a través de ellas, y no tanto por querer agradar. Si quieres regalar algo muy personal a una persona envíale una fotografía de tu sexo. Eso siempre se queda en la mente, la trastorna y hace que no deje de pensar en ti. Con seguridad será un regalo muy privado, inolvidable, que podrá ver en secreto cuando guste e incluso podrá masturbarse viéndola, recordando el olor, el calor y el sabor de lo que ve. Es eso, o que te mande encerrar en la cárcel por pervertido, lo cual también terminará quedándosele en la mente.

Cuando la vi después, me dijo que de todos los regalos que le hicieron el mío era el que más le había gustado. Era el detalle más sexy de su vida.